viernes, 11 de marzo de 2011

Momento de duelo...

Hay días en los que a uno le hace falta dejar salir palabras desde el alma, tal vez la mejor forma de hacerlo es escribiendolas en forma de cuento, poesía, prosa poética, novela, canción como venga.

Hace unos días se fue una persona a la que llegué a querer muchisimo, un gran amigo, compañero y sobre todo un hermano de la vida; hoy amanecí con la triste noticia de que Japón sufrió el mayor terremoto de su historia y en definitiva estas son situaciones para que deben hacernos reflexionar sobre la vida, sabemos que nadie tiene la vida comprada y que en cualquier momento y de la forma menos pensada deberemos partir...

A pesar de todo es siempre necesario robarle una sonrisa al viento y pintar nuestros días con los colores de la fe, la esperanza y la alegría.

En memoria de Juan Pablo Candia les dejo estos versos libres.

Momento de duelo

Hoy le robo al tiempo unos segundos,

Para recordarte, para hacerte este homenaje en letras,

Para pensar que sin tú sonrisa no se puede concebir a la alegría.

Pienso y vuelvo a pensar pero nada me lleva a una razón

Tal vez es que el destino es tan cruel y caprichoso

O que la vida es un instante de la eternidad, a veces muy corto.

Hoy nada es lógico, nada tiene sentido

Tal vez en un tiempo esta herida se convierta en cicatriz

Seguramente me acostumbraré a llevar este dolor

Pero nunca podré olvidar al amigo, al hermano de la vida.

“Los amigos son la familia que uno elige”

Vos fuiste el hermano que escogí, el mejor de los compañeros

Tantos recuerdos inundan mi mente esta noche tan fría y oscura

Tantas cosas vividas que sin duda extrañaré toda mi vida.

Eres aquel que siempre tuvo la palabra de apoyo,

El primero en la fila cuando se trataba de apoyar a este loco soñador,

Siempre diste todo y de la mejor manera.

Hermano, extrañarte es poco,

Ahora eres una estrella en el firmamento…

La más brillante, no tengo hoy palabras para despedirte,

Porque no es lógico, no es natural, no es justo.

Resignación me dicen por ahí,

El está descansando, pero si apenas empezábamos a vivir,

Descansar ¿de qué? Me pregunto mientras no puedo evitar el llanto,

La expresión más pura del alma.

En cada acorde de mi vida,

En cada instante hermoso, siempre te llevaré

Mi hermano, mi amigo, mi compañero…

Este no es un adiós, es un hasta luego.



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